miércoles, 30 de abril de 2008

Gracias político cabrón...

El sábado me tocó baño. Y eso porque era el cumpleaños de una amiga porque realmente no lo necesitaba.


Llega un momento en la vida en el cual lo único que haces es alzar el alerón, tocar con la punta de tus dedos por rastros húmedos y, en caso de que existieran, llevártelos a la nariz a registrar el olor. Si es agrio o amargo todo está bien, un poco de desodorante lo puede ocultar. Pero si es olor de pan de pueblo envuelto en bolsa de plástico en el sol, pues como que ya no lo vas a poder disfrazar mucho. Aunque siempre hay maneras.


El caso es que ahora sí me bañé. Zapato bonito, camisita limpia y un poco de locioncita en conjunto con mis jeans rotos. Nunca hay que perder la identidad. Pasan por mí y llegamos al antro fancy (definición: lugar de encuentro de la niña en minifalda con pelo alaciado y/o planchado con tremendo escotazo enseñando quién sabe qué porque está tan flaca que no tiene nada y escuincle aplicando la playera lacoste rosa con cuello parado, cara de huele pedo y actitud mamonesca -el cabrón estaba más alto que yo y no se vale...-, escuchando remixes de Daniela Romo y donde la chela es más cara y te ven mal por andar con tu botella en la mano).



Llegando al antro encuentro un letrero el cual dice "No Fumar". Me tallo mis ojitos y vuelvo a afocar. Sí, decía exactamente eso: "NO FUMAR" ¿Perdón? ¿No qué? ¿No CHINGADOS qué?!?

Es una estupidez. Estoy de acuerdo que en los restaurantes no se deje fumar porque entre el cebollazo y el postre de frutas lo último que quieres es a gente fumando a tu lado ¿Pero en un antro? ¿En un bar? Es automático el tener tu chela, cuba, desarmador o torniquete en la mano y prender tu cigarro. Estás platicando con los cuates y prendes un cigarro. Estás de mirón con la vieja de enfrente y prendes tu cigarro. Estás ligando y ofreces el cigarrito, pa'marrar la amistá. Es ley natural tener un cigarro en la mano.


¡Ah! Pero llega el político hijito de la chingada que dejó de fumar o que ya no puede porque tiene un enfisema jodido y que se frieguen todos los demás con él. Me valen los no fumadores. Yo sí fumo, y mucho. Cigatam y British American Tobacco me deberían poner en una lista especial de consumidores por comprarles tanto. Y llega este cabrón con su maldita ley a fregarme la vida. Esto es segregación, es racismo, es una falta a mis derechos como consumidor ¡Es un improperio a las libertades que habíamos tenido como fumadores!

La bronca es que como ya la aceptaron lo único que puedo hacer es quejarme de ella. Ni pedo.


Y como no te dejan fumar dentro del antro fancy, adaptaron una terraza en la cual te sales a fumar. Lo cual yo hice. Ahora estoy resfriado por pasarme toda la noche en la terraza del antro fancy porque no pienso dejar de fumar y el entrar y salir del horno que se convierte el antro por la cantidad de sudor ambiental te provoca una cantidad de moco tremenda.

¿Contento político cabrón? Lo bueno es que como estoy malito no he ido a trabajar...


Ora sí, hasta la próxima semana...

miércoles, 23 de abril de 2008

Pinche calor...

Tengo sueño... Y mucho.

Es increíble que el puto calor que ha estado haciendo te cause tantos estragos en tu descanso. Porque obviamente en el momento en que hace mucho calor pues se te antoja una chelita bien fría y pues el que toma solo es un alcohólico y para no darle de qué hablar a la gente pues le marcas a los cuates a echar el ets-bots y te quedas jugando hasta las tres de la mañana y te paras temprano cual hormiga obrera para ganarte el pan nuestro de cada pinchito día. Pinche calor.


Ya con el sol en todo su apojeo sales a echarte unos taquitos para la cabeza. Como el "don" ya te conoce se acerca hacia tí cual espía industrial y te dice "psst... ¿Qué mi joven, una chelita pa'l calor?" y como no hay nada más frío alrededor, con los tacos, el sol... Dos chelitas, nada más. Regresas a la oficina y lo primero que ves es a tu jefa caminando directo hacia tí y se acerca a saludarte. No hay nada qué hacer, te delata el coronazo (era un puesto de lámina, no esperes algo mejor). Ni modo, directo a su oficina. Pinche calor.


La maldición de esta temporada es la ropa que usan las mujeres. Hombros descubiertos, blusas cortas, escotadas (¡Dios santo!), con telas delgadas que se transparentan hasta las anginas (see...) y vestidos cortos que las hacen verse más deliciosas que un tasajo de cecina de yecapixtla para un perro carretero con hambre. Invariablemente caminas con la novia al lado y no puedes evitar el impulso de voltear, a lo que escuchas "¡Qué le ves a esa vieja!" y piensas "Todo...", pero atinas a decir "nada mi vida, es que ese vestido me gustó para tí...". Obviamente no te cree y te la arma de pedo toda la tarde. Pinche calor.


Estás sentado en la oficina de tu jefa oyendo la aburridora de "lo voy a pasar esta vez sólo porque eres tú" y disfrutando del aire acondicionado. Ya medio lento por el bla bla bla se te empieza a caer la mirada hacia la hendidura oscura que hacen los montes tlalnepantlenses en medio de la oscuridad nebulosa, osease, le empiezas a ver las anacletas en su blusa negra. Al momento que no dejas de admirar el ni tan bello paisaje ves que dos protuberancias empiezan a formarse proporcionalmente a la amplitud con la que vas abriendo los ojos cuando ves una mano que se acomoda la blusa para que no veas de más. Ahora aparte de pedo, fisgón. Pinche calor.


Terminas en tu casa forzadamente "para que pienses en el curso de tu carrera profesional", con sueño, peleado con aquella y con un buen de calor. Lo único que atinas a hacer para bajarte el coraje de verle las marías a tu jefa (y que te haya cachado) es destapar unas chelas, hablarle a los cuates y ponerte a jugar ets-bots toda la noche. Insisto, pinche calor.



Ora sí, hasta la próxima semana.

miércoles, 16 de abril de 2008

¡ ¡ ¡ JA-MAI-QUI-NOS ! ! !

Todo empezó gracias a un genio de la comunicación...

Fue justamente en un partido de fútbol de la selección mexicana contra la selección de Jamaica, en Jamaica. Este personaje tomó un taxi del aeropuerto al hotel junto a otros locutores. Idioma nativo del taxista, obvio, inglés. Idioma nativo del comunicador, en duda, pero se supone que habla español.

Días después, en la transmisión del partido, se le ocurre decir la historia de lo sucedido con el taxista y fue ahí cuando todo se fue al demonio. Muy orgulloso, asegura que a los nativos de Jamaica no se les debe decir jamaiquinos, sino jamaicanos (perdón, todavía tengo que hacer una pausa porque me da demasiada emoción este hecho).



¡No mames! No es posible que una persona que emite su opinión en la televisión nacional, en horario estelar, en uno de los programas más vistos en todo México como es el fútbol, en partido de la selección y que además tiene la capacidad de llegar a público de todas edades, tenga el descaro de decir semejante ¡Estupidez! Y lo peor de todo es que los tarados locutores a su lado le dan la razón.

Ok, en caso de que necesiten explicación ahí les va. Enrique llega a Jamaica y se sube al taxi que los va a llevar al hotel. Platicando con el taxista (que de acuerdo a la historia él mismo fue parte de la selección de Jamaica y que incluso viajó a México a un partido), Enrique y Raúl le hacen plática en el mucho o poco inglés que hablan. Cosas de la isla, su población, la vida diaria, etcétera, cuando empiezan a hablar de su gente y el taxista les dice que la gente les dice "jamaikins" y que lo correcto es que ellos son "jamaicans". Tomando todo el conocimiento que Harmon Hall les brindó a aquellos dos, traducen de manera literal "jamaicans" a "jamaicanos".


No existe la palabra "jamaicano" (por si alguien lo dudaba). El gentilicio natural en español de un habitante de Jamaica es jamaiquino. No hay más. El taxista se queja de que la gente les dice jamaikins porque lo oye en español y suena lógico si en verdad viajó a México.

El gentilicio en inglés es "jamaican", es correcto, pero no lo traduces literalmente y mucho menos si se supone que tienes que tener un cierto dominio del idioma español para hablar públicamente. Es tan sencillo como si tomamos el caso de Holanda. En español es Holanda, se le conoce como Netherlands y su gentilicio en inglés es "dutch". Por favor Perro, ahora dime que a los holandeses les vamos a decir "dutchanos"...

Ora sí, hasta la próxima semana.

jueves, 3 de abril de 2008

La primera entrada...

Y no me refiero a cuando perdí la virginidad, fue algo patético y no el sueño porno que yo esperaba. Sean sinceros, a diferencia de las niñas, todo puberto se imagina su primera vez con tu vecina tipo Jenna Jameson wannabe y crees que va a ser en la mesa del billar de la esquina cuando cierran el local y te quedas ahí a solas con ella. O eso es lo que esperaba.




No, me refiero a la primera entrada al blog. De qué voy a hablar, qué es lo que voy a discutir y principalmente dedicarme a convencer al mundo de que tengo la razón, de alguna u otra manera pero la tengo. Principalmente me dedicaré a hacerla de pedo.


Background mío: soy bien pinche necio...


No esperes más historia mía, eso casi lo llena todo. El otro día me preguntaron si estaba amargado. No, no estoy amargado, es sólo que la gente es demasiado alegre para mi gusto. O teta en todo caso. En un futuro les voy a exponer mi análisis estructurado y desglosado del por qué la gente es idiota, pero no quiero crear expectativas.


Principalmente me dedico a deshacer canciones, pero la tele te da mucho de qué... no sé, ¿hablar? Un poco de cine, la gente y particularmente de un gran pensador y filósofo, lingüista incomprendido, creador de palabras, vocero de nuestros tiempos y cuya profundidad repercutirá a través de las décadas: ¡Enrique "El Perro" Bermúdez! Carisma, sabiduría, personalidad, hombre de palabra, qué más se le puede pedir a la vida misma...



Ora sí, hasta la próxima semana.