jueves, 13 de noviembre de 2008

El peor día de mi vida...

Y no forzosamente porque haya pasado algo malo, no...

Jueves en la noche, nada qué hacer y con una pinche sed insaciable. Xbox no satisface lo suficiente y la tele sólo es más aburrida en cuanto pasas cada vez más los canales. Volteas al refri y lo único que vez es que no has ido al súper en más de cuatro días, así que ni siquiera de cenar hay.

Suena el teléfono. Da miedo pero invariablemente contestas. Da miedo porque sabes quién es y lo que quiere, y no estoy hablando de una ex. Como quiera que sea a la ex le das el avión mientras te reclama más y más de lo triste que es tu vida y cómo se la arruinaste. No, es el más pedote de tus amigos que sabes que te quiere convencer con "una chelita nada más pa'l relax y dormir a gusto". Y lo peor de todo es que eres tan débil que caes. De todas maneras no tienes nada qué hacer.

La chelita en la condechi se deriva en el apto (me da hueva escribir apartamento...) de otro amigo que, con el pretexto de que ya se va a mudar, pues es la última noche para desmadrar la casa y dejarle una pesadilla viviente al siguiente inquilino. Por cierto, si alguien está buscando una manguera verde y un tronco brasileño con gusto les devuelvo la manguera pero la planta ni madres porque se ve bien en mi cómoda y la manguera lo pienso dos veces porque siempre quise tener jardín y es con la que riego mi nuevo ornamento.

La noche termina temprano con el canto de los pajaritos y la mañana siguiente empieza tarde con el despertador que solamente deja dormir una hora. El tufo no deja saborear el último vodka y lo peor es que no recuerdas que hayas tomado el primero. Medio te das un regaderazo porque sientes el agua como aguja y la cabeza como globo aerostático con forma del ratón Miguelito. Tomas un taxi porque ya se hizo tarde y el tráfico está de la mismísima refregada. Y hasta aquí no hay nada mal aunque suene a que el día va a ser una pesadilla.

Llegas a la oficina y saludas a todo mundo de lejos con el pretexto de que crees que tienes gripa y no quieres contagiar a nadie. De todas maneras andas ronco y mareado hasta caerte. Te avisan que tienes junta a media mañana y aquí es cuando todo se va al mismísimo demonio. Te acercas lentamente a la cafetera esperando recbir la descarga de cafeína que te haga sobrevivir a tu mortal cruda y descubres la triste realidad: Se descompuso la chingadera.

Solamente atinas a recoger tus cosas, darte la media vuelta y avisar que te sientes tan mal de tu supuesta gripa que no puedes seguir el día en la oficina. No tienes opciones, en cuanto empieces a transpirar el alcohol todo mundo se va a dar cuenta de tu irresponsabilidad alcoholera. Si te presentas en la junta corres el riesgo de decir una santa barbajandada que te delate. Y si al final optas por dormirte en tu cubículo y hacer como que no te llegó el mail de la junta el desgraciado de al lado te va a pintar pendejada y media en la cara cuando estés bien jetón que vas a ser la burla en los próximos seis meses o hasta que alguien haga algo peor.

Lo sé porque a mí me tocó ser alguna vez ese desgraciado y todo en esta vida se paga...

Hasta la próxima!

jueves, 21 de agosto de 2008

Triste pero cierto...

Hace un buen rato que fue la última entrada, mis disculpas, pero acabo de ver algo en las noticias que me dio mucha pena y tristeza. No, no hay fotos ni comentarios cínicos ni sarcásticos. Ahora no...

Han escuchado el caso. Secuestraron y mataron al hijo del dueño de las tiendas de deportes Martí. Los detalles del secuestro son morbosos y hablar de quiénes fueron los secuestradores da más pena pero ése no es el punto. El padre del niño, un prominente empresario, sale hablando de injusticia y de lo incompetentes que son nuestras autoridades y leyes. Sí, creo que es el dolor más grande que puede haber para un ser humano, pero...

La verdad de todo es que este pobre hombre no estaría hablando de ésto si nada le hubiera pasado a su hijo.

No, no estoy siendo simpatético con él y no es un comentario de apoyo. No se lo deseo a nadie, nunca, pero el hecho es que no actuamos si no nos pasa a nosotros. Cada vez que le pasa algo a alguien nadie se entera. Hay casos peores a diario y nuestras autoridades no mueven un dedo pero no es un asunto del dominio público y nadie hace nada ni se le hace difusión sino es porque la víctima o el afectado es una personalidad.

Este es el caso. Deportes Martí es la cadena de tiendas especializadas en deporte más grande de México. Su dueño tiene voz y voto porque es una empresa con unos activos impresionantes. Lauro Pedroza también perdió a su hijo de la misma manera. Martha Cortina está en tratamiento por perder a su esposo de la misma forma ¿Alguien se enteró de ellos?

Sí, no es justo que esto esté pasando. No debería de pasar. Pero pasa ¿Es culpa de nuestras autoridades? Por supuesto ¿Es culpa nuestra? Más todavía.

Somos una sociedad aprovechada y abusiva del poder de convocatoria, del poder de los medios y finalmente del poder del dinero. Diariamente ocurren casos de extorsión y secuestro. La mayoría de ellos por unos cuantos pesos y a gente que ni siquiera los tienen. Diario se alza una voz que denuncia lo que pasa pero al final esa voz se ahoga porque nadie le quiso hacer caso, porque no tiene los medios para hacerse escuchar y porque al final no es "nadie".

La primer marcha de México Unido Contra la Delincuencia resultó una farsa sólo para dar pie a un partido político. Sólo para aprovecharse de una causa para convertirla en dinero. Lo sé porque yo iba a marchar.

Los que me conocen saben por lo que pasé. Saben que también estuve secuestrado. Saben que alzé mi voz. Y finalmente saben que fue por unos cuantos pesos que ya no tenía.

Me uno a tu dolor Alejandro Martí, pero también únete al mío y al de mucha gente que ha pasado por esto y que lo ha sufrido porque la gente que lo puede hacer, que puede hacer un cambio, no alza la voz porque simplemente no le ha pasado nada...

miércoles, 6 de agosto de 2008

Con un maldito demonio... ¡Pekín!

Agencia de viajes, hace como un mes. Atraviesa la puerta cierto pendejete recién salido de la pubertad con actitud mamonesca y farolez en exhibición. Se acerca con la amable y afable agente de viajes y en tonito RBDesco le pregunta "¿Cuánto cuesta el boleto a beiyin?". La esrrita en cuestión le responde con tono aburrido: "1,850 dólares". A lo que él responde seguro de sí mismo: "...órale, ¿Y así quieren que vayan a las olimpiadas? Está carísimo... Y qué, para 5 ó 6 horas de viaje..." a lo que la niña, ya aturdida de la sapiencia monsivaiesca del pseudoescuincle, le responde "Son casi 16 horas de viaje a Pekín...".

"¿Pekín?, ¡Pero si yo quiero ir a beiyin!"

Que levante la mano el que haya oído hablar de Beijing antes de anunciarse las olimpiadas del 2008. ¿No? ¿Nadie? ¡Pues claro que no! No existe Beijing en el idioma español. El nombre de la ciudad en castellano es Pekín y una vez más acuso a los medios de volver ignorantes a la tercera parte de la población y pendejos a otro tercio. El último tercio está muy ocupado buscando qué comer como para andarse preocupando por las olimpiadas.

Alrededor del 1910 se acordó en la Asamblea de Correos Imperiales hacer un sistema postal chino mediante el cual se pudiera dar nombres (basándose en lenguas y dialectos) a las ciudades y provincias chinas con el alfabeto latino como lo conocemos en esta parte del mundo. Este sistema fue mundialmente aceptado y se implementa gracias a los ingleses que en ése tiempo tenían muchos negocios y tratos comerciales con China lo que les facilitaba enviar correspondencia, paquetería y embarques a ésa parte del mundo.

Este sistema no fue sustituido por la República Popular China sino hasta 1979, año en que decidió aceptar como única forma de traducción al alfabeto latino al Pinyin, que es el "sistema de transcripción fonética del chino mandarín mediante el alfabeto latino". Este sistema fue muy bien recibido por los gringos mas no por el resto del mundo, específicamente el habla romance.

El español, italiano, rumano y portugués siguen tomando el nombre de Pekín para designar a la capital china. El código aeronáutico de la ciudad es PEK. La única razón (y muy importante) por la cual se usa Beijing es porque es oficial por parte del gobierno chino, pero no por eso México va a dejar de ser Mexique en francés, Méjico en España o "Meshico" en chino (como sea que lo escriban).

Insisto, ¡Oh, gran perro Bermúdez! ¿Cómo es que vamos a llamarle de ahora en adelante? por cierto, ¿Alguien ha oído hablar de Guangzhou? Pero qué chingona es la comida cantonesa, ¿No?

Se los dejo de tarea...

Ora sí me estoy tardando un rato en las entradas así que lo vamos a dejar en "hasta la próxima".

jueves, 10 de julio de 2008

El cuero

El otro día me hicieron una pregunta bastante interesante.

Estaba filosofando por teléfono con la gaba (para los que no sepan quién es la gaba pues se van a quedar con la duda porque no voy a revelar su identidad secreta). De hecho, así como filosofar no tanto sino más bien eso que se hace cuando no hay nada qué hacer y la plática fluye y los pensamientos empiezan a arribar sin coherencia alguna... Ok, estaba filosofando con la gaba.

El caso es que súbitamente y en la pachequez de la incongruencia me pregunta de forma muy seria: "imagínate si anduviéramos todos desnudos...". Como todo hombre que se jacte de ser hombre ante tal magnificiencia de comentario, mi mente empezó a divagar y mi pantalón me empezó a apretar. Una vez digerido el impacto inicial de las palabras escuchadas me puse a pensar en el trasfondo de lo que acababa de escuchar y tiene mucho sentido.

En algún lado leí (y si alguien sabe quién lo dijo que me avise) algo así como que "la ropa es el disfraz diario de nuestros propios complejos". Esta frase viene a mezclarse con lo anterior por el hecho de que la ropa está diseñada para resaltar u ocultar atributos o defectos, cualquiera que sea el caso.

Las minifaldas están hechas para resaltar las piernas, el sostén para alzar y dar forma a los senos, los pantalones pegados y los tops para dar forma y remarcar la silueta y todo esto sólo en el caso de las mujeres. Los jeans bien puestos en una fémina son una maravilla. Pero también existen los vestidos para esconder la panza, las camisas para dar énfasis a los senos y ocultar las caderas y un largo etcétera de diferentes prendas para distintas ocasiones. Una vez que quitas todo la gravedad hace su vil jugarreta y adiós fantasía.

¿Qué pasa si desapareces la ropa? ¿Si por arte de magia ya no existe la ropa en el mundo y toda la gente tiene que andar descalzo hasta el cuello por la vida?

Pues dentro de la pachuequez viene la utopía. La gente se libra de los complejos porque verdaderamente se empieza a fijar en otras cosas. Si estás gordo, flaco, tienes buena nalga, vives acomplejada por no ser Ivonne Soto o eres un Tommy Lee cualquiera, a nadie le va a importar porque todo mundo está exactamente igual. Los tacones ya no existen para dar forma al caminar y nadie se les queda viendo el trasero a las mujeres. En fin, ya no te desnudan con la mirada porque ya estás enseñando el cuero.

Te libras de miradas libidinosas y de segregaciones que te califican conforme a lo que traes puesto. Nadie va a saber cuánto te costaron tus zapatos sino qué tan bien te bañas. Y si alguien llega a pensar que tienes buena nalga, es que en verdad la tienes y no es un truco de los pantalones o la faja que traigas puesta. Hay que reconocer que cada vez nos volvemos más superficiales en cuanto al tamaño y volumen de los senos, trasero, piernas, brazos y poleas. Si alguien lo duda los reto por favor a que me digan por qué son famosos Gabriel Soto, Lorena Herrera, Maribel Guardia, Latin Lover, Sabrina, y un largo etcétera...

Ya en el monchis de la sabiduría y el conocimiento, el único "pero" que encontramos a tan maravillosa utopía fue que ya sería muy difícil identificar a los coapos.

Ora sí, hasta la próxima semana.

sábado, 5 de julio de 2008

Está cabrón...

La situación está perra.

El otro día estaba esperando el "pesero". Para los lectores internacionales de tan respetado escrito (osease, éste que están leyendo) y para los simples ignorantes, se le denomina "pesero" al vehículo de transporte colectivo automotor de la Ciudad de México al cual se le llamó de tal manera porque el costo del pasaje era de 1 peso. Se caracteriza por lo siguiente: unidad de lámina correosa y oxidada, asientos a medio tapizar de placas de madera y rebabas de lámina como respaldo, chofer de tez prieta con camisa blanca transparentosa abierta hasta el ombligo, cadena dorada (que no es lo mismo que de oro) en el cuello, música ambiental directa de la "Z" o la "Keee-bueenaaa" (prestigiosas estaciones de radio en la ciudad), y en casos más extremos "¡Radio 1, A Todaaa M'quinaaa!" y todos, sin excepción, escuchan en la noche el "Panda Show". Ningún chofer habla inglés y mucho menos español y todos son parientes entre sí.


El caso es que estaba parado esperando el pecerdo cuando se para dos pasos adelante de mí un payasito, sin globos en el trasero ni mamada y media, simplemente un cuate vestido de payaso. Pesero que pasaba pedía permiso para subirse, dar su "chow" y ganarse una lanita de propinas de los afables y amables pasajeros.


En eso pasa el galante vehículo que ansiaba por abordar, subo, pago mi respectiva cuota y atrás de mí oigo al payasito cómo le pide permiso al chofi para subirse y que le dicen que sí. Empieza el acto de este pobre con voz chillona tipo Lalo y Lagrimita y nadie le hace caso, hasta espanta a un niño queriendo hacerlo reir. Termina su speech de chistes pendejos con una despedida "pidiendo una moneda que no afecte su economía y que me ayude en lo que encuentro un trabajo para mantener mi casa".


Dos que tres le dan un moneda, otros se hacen los jetones para no darle nada, el escuincle vuelve a llorar, y finalmente se va a bajar del pesero cuando lo oigo que le cambia la voz a un poco más ronca y susurra para sí mismo: "tanta pinche maestría en la Unitec pa'terminar de payasito de peseros..."

Ora sí, hasta la próxima semana.

miércoles, 25 de junio de 2008

Niña y niño, papá y mamá

Fui a pagar el teléfono y, por ende, a perder el tiempo.


Los cabrones quieren que les pague lo que les debo para que me lo reinstalen y la situación no está como para andar gastando dinero. Obviamente estaba sentado en la sala de quejas para reportar semejante atrocidad y abuso.



Hubiera sido una espera eterna si no es por una niña y un niñito que estaban ahí. No habrán tenido más de 6 años, bien prensados de la falda de su respectiva mamá. Mirada tierna, ojos grandotes, uno a medio babear y el otro como que se acerca y se aleja y se presumen sus juguetes para ver si juegan juntos. La niña da el primer paso con mamila de muñeca en mano y se la ofrece al "Místico" de plástico del niño.



El niño voltea y le sonríe a la niña y asunto arreglado, ya juegan juntos. Corren para un lado, corren para el otro, se caen, se levantan, gritan y como no hay nada mejor que hacer pues todo mundo viendo. Hasta que la aguafiestas mamá les grita para que se estén quietos y los sienta en el piso.



La niña se voltea con el niño y le dice "¿Jugamos al papá y la mamá?". El niño contesta "no, mejor otra cosa...", y la niña insiste "ándale, tú eres el papá" y el niño contesta "¡Ash! Bueno...". El niño se levanta, se pone al lado de la niña y... ¡Sácale! Tremendo cachetadón a la pobre escuincla y el chavito grita: "¡Qué, cabrona! ¡Por qué está fría la comida!".



Ora sí, hasta la próxima semana.

lunes, 23 de junio de 2008

Latigazo sonoro

Antes que nada una disculpa por la semana pasada, pasaron cosas fuera de mi control al grado que... Nel, no me sale. ¡Vino Megadeth! Y eso lo justifica todo.


Days, Chino, Johnny y yo mero, con primos y demás, estábamos moviendo mata. Bueno, Days no tanto porque andaba en pose mamonesca con brazito cruzado y la madre estudiando cada movimiento de "mustein" (creo que no entendió nada porque andaba con el seño fruncido). Y Chinito tampoco porque ya casi no tiene mata. Pero a Johnny y a mí sí nos queda y dos tres bastante.


Lo interesante de todo es la humedad que te rodea. En cuanto entras al lugar sientes el vapor humano expedido por los poros de cada persona que si tienes suerte se bañó y si no, que es lo más probable, trae acumulado lo del día. En consecuencia el olor es absoluta y plenamente desagradable.

Ves a todo buen metalero con su mata larga y sudorosa escurriendo por todos lados y eso que todavía ni empieza. Ya con las luces apagadas en automático todo mundo se empieza a ir para adelante. La euforia es cabrona porque empiezas a aplastar a quien se deje.


Lo malo es cuando empiezas a saltar y a algún idiota se le ocurre empezar a empujarte. El problema no es que lo hagan (es práctica común en cualquier toquín), sino que adelante de mí estaba una diminuta fémina metalera que estaba recibiendo toda la carga de mi cuerpecito. Lo peor fue cuando en una de esas puse las manos porque le iba a dar semejante aplastada y al momento de irme para atrás se me atoraron los dedos en el broche de su brassiere y simplemente se estiró y se estiró y se estiró un poquito más hasta que salió el latigazo y nada más vi cómo se arqueó la pobre escuincla del dolor, se volteó y le tiró un codazo a Johnny. Me pareció ver una lagrimita en su ojo. Juro que fue accidental.


Ora sí, hasta dentro de... ¿2 días? ¡Oh! ¿Y el concierto? Bien chingón, gracias.

lunes, 9 de junio de 2008

Paraíso de los desconocidos...

Hola a todos, mi nombre es cHeSs y soy adicto a la TVNotas...

Qué, hay adictos al cigarro, al alcohol y a la coca, ¿Por qué no puedo tener mi adicción personalizada? Y tiene fotos de Galilea Montijo y Ninel Conde y te la puedes meter al baño y nadie te va a ver mal por ello. El caso es que es tal el grado cultural que te da tremenda literatura que hasta me siento conmovido. Y más porque me cae que aprendo más de la revista que de los nuevos libros de historia de la SEP (están re-bien hechos).

Sale en TVNotas el artículo indignado en el cual Diego Luna y Camila Sodi se esconden y se enmascaran para pasear en México pero en Los Ángeles se pasean como si nada a la vista de todo mundo. ¡Obvio! El mayor papel que ha hecho Diego Luna en los "iu es" ha sido de conserje en un aeropuerto con Tom Hanks en una película poco menos que basura como es "La Terminal". A Camila Sodi todo mundo la recuerda por... por... espera, ya me acuerdo... estee... la película ésta donde se encuera, hombre... que se acuesta con un güey y luego con otro... ésta, cómo se llama... ¡Ya! ¡La Logia de los Búfalos Mojados! El caso es muy simple, aquí la hacen de payasos en la calle porque aquí sí los reconocen, allá son dos ilustres desconocidos que nadie los pela porque nadie sabe quiénes son.

Otra que la está cagando es Marthita Higareda pues dice que no va a hacer ningún desnudo, lo que quiere decir que se va a morir de hambre porque va a dejar de hacer lo que mejor sabe hacer. Neta, la actuación más memorable de ella es estar en celo frente al espejo del baño, sacarse una melondra y empezar a toquetearse. Hacer una película en el gabacho no es un paso a la dignidad automática, suena tristemente hipócrita. Y aparte dice que el llegar a Hollywood todo lo justifica, pues a tirar la falda y abrirse la blusa

Todos hablan que Salma Hayek abrió el camino a los mexicanos en Hollywood y que le da dignidad a los papeles que escoge y la madre, pero también me acuerdo que la escena que le abrió el camino al mercado gabacho es con Antonio Banderas en la cama. Y no conforme con eso se puso a bailar (con demasiada ropa para mi gusto) con una víbora y en la tele de un hotel en Del Crepúsculo al Amanecer y Cuatro Habitaciones. Es una reina la vieja pero el gran triunfo de Salma ha sido Ugly Betty y sólo la hace de productora. No, espera, la única vez que sale en la serie es quitándose la blusa.

Los mexicanos no están en el cine joliwudense. Eso es una mentira. La mayoría de los casos que hay son completamente aislados y realmente la única que la está haciendo es Salma y no por las razones que todos quieren imputarle (ni es una gran actriz y ni es empresaria) sino porque llegó allá, se encueró y ahora es mistress de uno de los hombres más ricos de Francia ¿tons? En cuál de las dos está el talento, en la izquierda o en la derecha...

Ora sí, hasta la próxima semana.

miércoles, 4 de junio de 2008

El peso de oro...

Hay momentos en la vida en que no importa qué es lo que ves sino hacia dónde está tu mirada. Es uno de esos días en los cuales el primer café no te sirvió de nada pero sabes que el segundo no te va a ayudar en mucho.


Caminas por la calle y ni siquiera te fijas en lo que hay alrededor pero ahí vas, paso a paso golpeando con todo y con nada al mismo tiempo. Primer error. Porque las banquetas están inundadas de auténticos misiles pegajosos y lo peligroso no es el chicle que pisas y se te queda en el zapato, sino la mucosidad salvaje que el marrano de adelante expelió de su boca, cae en el piso y tremendo resbalón que hace que te agarres de lo primero que puedes. Lamentablemente lo primero de lo que te pudiste agarrar es la falda rosa hippiosa de la fémina que pasaba a tu lado justo en ese momento.


Después de que te recuperas y oyes quejidos lejanos, volteas a tu mano y ves el pedazo de tela rosa colgante. Te levantas lo más rápido que puedes y le subes la falda disculpándote hasta el cansancio, claro, después de darle un buen vistazo a la tangamanga blanca. Segundo error. No te das cuenta de que viene acompañada de tremendo gorila que está a punto de romperte toditita la madre por bajarle la falda a su vieja. Y de tener el ojo morado a las piernas adoloridas, pues échate a correr.


Ya frustrado por el comienzo del día tomas el camión. Como no hay dónde sentarse te agarras del tubo y se te cuelga la cabeza. Mirando hacia abajo ves un pequeño lunar, un pequeño lunar que se aleja y se acerca y se aleja y se... Hasta que sientes la mirada de la dueña del lunar que te has quedado viendo todo este tiempo. Haces como que rascas el asiento de frente a ella y te haces güey. Se levanta la mujer y mientras te haces a un lado para que pase, te sonríe y se pega un poquito a tí. ¡Vaya! Pues no tan mal, hasta eso.


Te sientas en el ahora libre asiento y te empieza a ganar el sueño. Ya medio despertando te despabilas y lo primero que vez es tremendo chupón de mamila queriéndote sacar el ojo. Es impresionante como no ha tomado vida propia por el tamaño que se asoma y lo único que haces es admirarlo. Oyes un carraspeo pero no le haces caso. Lo oyes un poquito más fuerte. Hasta que definitivamente la dueña de tremendo pesote da unos pasos hacia atrás y, como perro siguiendo a su amo, tu cabeza voltea más de lo que puede girar. Último error, a ver quién te quita la tortícolis por andar de muerto de hambre.


Ora sí, hasta la próxima semana.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Ahora el pedo es salir...

El metro en funcionamiento (por fin) te da la máxima prueba de equilibrio que puedes encontar.

Aunque no tanto. Hay tanta pinche gente que solamente te dejas llevar. En las primeras dos estaciones intentas agarrarte de algo. Como los brazos ya los tenía arriba ya no los pude bajar. Ni pedo, que me detenga la gente.


A medio camino y los ventiladores funcionando a su máxima capacidad (ahá...), a un afable y amable pasajero se le ocurre relajar el último esfínter del cuerpo humano. El vagón se empieza a inundar de tremendo olor a podrición añejado durante décadas, a juzgar por el groso aroma. Aparte de todo te chutas los gases de los demás. ¿Qué acaso no hay conciencia en este mundo? Es otro punto en el cual insisto en que la gente está bien malita. Yo sé y entiendo que es algo completamente natural pero es natural para el baño. Cómo demonios se te ocurre pedorrearte en un lugar donde no hay ventilación y hasta la madre de gente.


Casi llega mi estación y todavía en tono decente le digo a la persona de enfrente: "¿Vas a bajar?" y me contesta muy sutilmente "No". Okey, espero, sigo esperando, un poco más. ¡No mames cabrón, si no vas a bajar por lo menos haz algo para que no estorbes! Y el idiota ni se inmutó.


El tipo a su lado se voltea y me dice "¿Bajas?", y pienso "noo, nada más ando haciendo sondeo de quién baja y quién no..." pero escupo de mi boquita "simón". Llega la estación, medio se agacha y me dice "vente". Mi héroe empieza a empujar a diestra y siniestra, tira a uno a su derecha, pisa a una pobre fémina, le da un codazo a la señora de dientes tenebrosos en la cabeza, la misma señora me pellizca una nalga por el putazo que el otro le dio, me tropiezo con un imbécil que quería entrar y no dejar salir a nadie, por no caerme me voy hacia el marco de la puerta y caigo contra otro parado en la orilla que a su vez se sale por el recargón que le meto al caerme y empuja a otro que estaba afuera. Y se vuelven a armar los putazos. Qué mal pedo, yo ya salí y ya me voy.

Pero la salida de la estación no es más amigable. Voy caminando a las escaleras sin inmutarme de nada cuando llego y veo que otra vez sale el sentido "primérico" del mexicano promedio: "Yo voy a pasar primero", "Por qué él va a pasar primero", "Yo tengo más prisa, yo voy primero". Prisa de qué si lo único que tienes por hacer es llegar a tu casa a ver la novela, no me jodas. Todo mundo atascado en las escaleras eléctricas sin dejar pasar a nadie.



Estoy medio avanzando cuando volteo a mi izquierda y veo una mano fugaz acercarse al nada suculento trasero de una señorita y le da tremendo agarrón que hasta la fecha debe tener los dedos marcados. Se oye un "¡Ay! Baboso..." y se voltea con la mano desenfundada para propinar tremendo cachetadón pero no ve a nadie que parezca culpable. No importa, agarró al primer idiota que se le atravesó y sonó el tronido cachetero más grandioso que he escuchado en mi vida. El pobre hombre sólo alcanzó a encogerse y tomarse la mejilla. Me pareció ver una lagrimita y juro que todo se paralizó por un momento, es más, hasta creí que la gente iba a aplaudir. No por el castigo, sino más bien por el sonido. Guau, pura belleza sonora.



Ora sí, hasta la próxima semana.

Qué pedo con la gente...

La gente es idiota. Dejen explicarme...

No, no hay nada qué explicar. La gente es idiota. Punto.

Estaba en el metro y entrar fue casi un triunfo. Toda la gente se amontona en las puertas y se aferra a estar cerca de la salida. Se hacen unas peloteras terribles y los pasillos van completamente vacíos. Hasta que a algún iluminado por San Jacinto se le ocurre irse a los pasillos es cuando se empieza a desasolvar la gente a, ahora sí, llenarse hasta el mismísimo moco. Pero no para ahí, no...

Está el hijito de la chingada que quiere entrar a huevo. No cabe pero se para en el riel de la puerta y se agarra del marco superior para estirarse más y, según él, caber mejor. ¡No mames! Pinche panza tragabirria que hasta el colesterol ya se le bajó a las rodillas y se quiere hacer el finito para entrar e irse. Una vez superada la etapa de la empujada las puertas se quieren cerrar y chocan con la panza de este pobre pendejo y el metro no avanza. Y no falta que desde atrás se oiga "¡Bájate pinche panzón!", a lo que el individuo en cuestión contesta "¡Tu madre, güey!" y el que está atrás de él alcanza a decir "pus chupas, Tadeo..." y tremendo empujón que le propina y lo bota hasta la pared del pasillo. La risa es general.

El panzas se para bien ardido (porque no está ni enojado ni encabronado, está ardillísima) y se cierran las puertas. El panzas le pega al vidrio de la puerta y le grita al que lo empujó "¡Te voy a partir la madre, puto!" y el que lo empujó le saca la lengua y se empieza a reir de él y empiezan a intercambiar sonoros adjetivos de uno hacia el otro.

El metro no avanza y estos dos se siguen peleando cuando se oye una grabación ahogada que reza: "Por favor, no impida el libre cierre de puertas" y mágica y graciadamente... se abren. Al panzas se le cae la cara y pela los ojos. El lenguas se queda con la ídem fuera y los ojos con miedo. La expectativa crecía cada vez más por ver quién reaccionaba primero, todos aguantando el aliento pendientes de los movimientos de estos dos idiotas y... se cierran las puertas. Se oyó el soltar de aliento (y también se olió, deberían prohibir la venta de gorditas con cebolla afuera de cualquier estación) y la decepción por estos dos puñales.

El panzas medio atina a reaccionar tardíamente y le pega otra vez al vidrio de la puerta. El lenguas voltea de un lado a otro y se empieza a burlar otra vez del panzas. Ya no hay nada nuevo pero el pinche metro no avanza todavía. Del sonido metril se oye una corneta y se abren nuevamente las puertas. Estos dos se vuelven a ver sin saber qué hacer cuando una señora, no más de 1.40, pelo chino canoso y sendo tonelaje, alza su manitas a las pompas del lenguas (que era lo que le quedaba a la altura) y con toda la fuerza que diosito rey le da empuja al lenguas fuera del vagón y cae encima del panzas. Y que se arman los putazos. La señora solamente presume a todos las láminas metálicas en sus dientes de estaño en tremenda y triunfal sonrisa. Llegan los polis, se cierran las puertas del metro y por fin toma camino.

Pero tampoco para ahí, no... Ahora el pedo es salir....

miércoles, 7 de mayo de 2008

Don Susanito, pobre Don Susanito...

Morbo acercándose...


Joaquín Pardavé era un actor de la mal llamada época de oro del cine mexicano. Y digo mal llamada porque todo actor en esa época era pésimo, sobreactuado, estaban más tiesos que Tommy Lee con viagra y lloraban todo el tiempo. Y lo peor de todo es que todavía no nacía Ivonne Montero para quitarse la ropa a la menor provocación. Aburrido.


Pero el punto es que el personaje más recordado de Pardavé fue Don Susanito en "México de mis Recuerdos", una película de por ahi de los cuarentas en la que se supone era amigo cercano del presidente Díaz. Como todos en México realmente. Siempre que nos paran en la calle por pasarnos un alto o algo tan inocente y natural como firmar un documento importante en plena fuente coyoacanense lo primero con lo que salimos es: "es que usted no sabe quién es mi amigo" o el "usted no sabe quién soy yo". Pues obvio no, si lo supiera te saludaría por tu nombre en lugar del "buenas tardes mi joven...".

Cuenta la leyenda que Don Susanito sufría de ataques de catalepsia, una condición en la cual "la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales cuando en realidad se halla en un estado consciente". En una de ésas pues no regresaba, no regresaba y no regresó. Le hicieron sacrosanta sepultura y se fue al hoyo, literalmente. Tiempo después, y por pleito familiar, exhumaron el cuerpo y encontraron lo que quedaba de Don Susanito con los ojos bien abiertos, la boca espumosa y grande, cara y dedos rasguñados, sin uñas ni llemas, completamente ensangrentado y con la tapa interior del ataúd rasgada. Causa real de muerte: asfixia. Fue enterrado vivo.

A tan lamentable hecho le siguieron alarmosas noticias amarillescas y todo mundo empezó a sacar a sus muertitos al sol. Hubo magdalenas que se aventaban al cuerpo ya agusanado a besarlo, no faltó el "algo me huele mal..." o "¡pinchi Jacinto, hasta muerto apestas!" y un largo etcétera de proverbios folclóricos dignos de nuestra idiosincrasia.

Pero lo interesante de la muerte de Pardavé es la enseñanza que nos deja.

Lo primero y más importante es nunca dejar que te entierren vivo, lo cual viene ligado con el siguiente punto a considerar: nunca dejar que te de catalepsia. Si todo esto es inevitable entonces que te entierren con el ataúd entreabierto, que no va a servir de nada por la cantidad de tierra encima, pero es un principio. Siendo más precavidos, nunca crearse enemigos que lo quieran enterrar a uno vivo y ya en carrera, dejarse de cortar las uñas durante un buen rato para que al momento de rasgar el ataúd se tenga algo afilado en la mano.

Ora sí, hasta la... No, espera. Debido a la cantidad tan extraordinaria de preguntas acerca de dónde viene la Margarita (una, de hecho) he decidido darle un espacio propio más adelante.

Ya, ora sí, hasta la próxima semana.

Jappi cinco de meiyo ! ! !

Todo por culpa de Eduardo Verástegui.


El otro día me invitaron a ver Bella, la película que según este idiota "dignifica el día a día del latino y el modo de vida del mexicano en los Estados Unidos". No te puedes esperar mucho de la persona que tiene como acervo filmográfico y actoral Chasing Papi y menos siendo ex-cantante de Kairo. Lo mejor de la película es que las palomitas en el cine cada día están más buenas.


Pero el problema no es este pobre remedo de actor y cantante sino que toda la producción es una burla. La película hubiera sido excelente si reescribieran toda la historia y pusieran actores de verdad. Lástima, tenían en las manos la oportunidad de hacer un dramón lacrimógeno. Lo que me causa más pesar es la forma en la que te venden la película y eso demuestra que no son más que otro par de mexicanitos en los IU ES.


Ya hace algún tiempo en la lejana tierra de Ronald y Wendy, instituyeron el cinco de mayo como fiesta nacional. Todo mundo saca sus mejores recetas de margaritas, se pintan la cara de verde, blanco y rojo y se ponen hasta el mismísimo moco gritando Alejandro Fernandez y bailando Marrrgarita, la Dioosaaa de la Cuuumbiaa (y se oye ovación desde el fondo del salón y toda la madre). Salen a la calle bailando y gritando y haciendo desfile alegórico y mamada y media. Es más, hasta hay imberbes que se atreven a disfrazarse de Pancho Villa y de Emiliano Zapata y al final terminan más pareciéndose a Don Susanito en el féretro.


Pero entonces, qué chingados se celebra el Cinco de Mayo. Vas caminando por la calle de cualquier ciudad cuasimexa (léase Chicago, Los Ángeles, Dallas, etc.) y todo mundo bien orgulloso saca su playera de la selección mexicana y van cantando mariachi y chupando Tequila. Y no falta el güerito que te pregunta "y tú de dónde eres..." y que le contesto "pos de México..." y que me dice "¡Viva México, Felicidades!!" y que le digo "¡a huevo, viva Puebla!" y que se me queda viendo y que le digo "qué pedo" y que me dice "¿qué es Puebla?".


La gloriosa Batalla de Puebla del Cinco de Mayo de 1862 contra los franceses tiene gran repercusión en la comunidad latina de los Estados Unidos por el simple hecho de que la población en general, tanto americanos como latinos, piensa que es el día de la independencia de México. Hay que ser sinceros, el nivel de educación del mexicano promedio en Estados Unidos no es muy alto. Si lo ves de manera fría menos de la mitad de su vida se la pasan en el campo y el resto "living el american drim". Sus hijos no ayudan en nada porque, aunque son los que ya tienen acceso a la educación, es educación americana y a la americana. Si le agregas que no todos pueden tener una educación más allá de la High School y que, por la misma segregación étnica de los ya pseudolocales, se quedan en el barrio siguiendo los pasos de su entorno. Se une que hay libros publicados en Estados Unidos que marcan en la historia de México que la batalla de Puebla es el día oficial de nuestra independencia y el hecho más significativo de nuestra historia.


¡Ah! Pero los cabrones se ofenden por un anuncio de Absolut porque no se acuerdan de la venta de la mitad del territorio mexicano por el Generalísimo Santa Anna. Lo que sí es un hecho es que el Cinco de Mayo está institucionalizado como el Día del Orgullo Latino. Como hay más latinos en Estados Unidos que en la misma Latinoamérica, es una fiesta nacional. Estamos recuperando nuestro territorio perdido. Y háganle como quieran.



Por cierto, la Margarita no es de México.


Ora sí, hasta la próxima semana.

miércoles, 30 de abril de 2008

Gracias político cabrón...

El sábado me tocó baño. Y eso porque era el cumpleaños de una amiga porque realmente no lo necesitaba.


Llega un momento en la vida en el cual lo único que haces es alzar el alerón, tocar con la punta de tus dedos por rastros húmedos y, en caso de que existieran, llevártelos a la nariz a registrar el olor. Si es agrio o amargo todo está bien, un poco de desodorante lo puede ocultar. Pero si es olor de pan de pueblo envuelto en bolsa de plástico en el sol, pues como que ya no lo vas a poder disfrazar mucho. Aunque siempre hay maneras.


El caso es que ahora sí me bañé. Zapato bonito, camisita limpia y un poco de locioncita en conjunto con mis jeans rotos. Nunca hay que perder la identidad. Pasan por mí y llegamos al antro fancy (definición: lugar de encuentro de la niña en minifalda con pelo alaciado y/o planchado con tremendo escotazo enseñando quién sabe qué porque está tan flaca que no tiene nada y escuincle aplicando la playera lacoste rosa con cuello parado, cara de huele pedo y actitud mamonesca -el cabrón estaba más alto que yo y no se vale...-, escuchando remixes de Daniela Romo y donde la chela es más cara y te ven mal por andar con tu botella en la mano).



Llegando al antro encuentro un letrero el cual dice "No Fumar". Me tallo mis ojitos y vuelvo a afocar. Sí, decía exactamente eso: "NO FUMAR" ¿Perdón? ¿No qué? ¿No CHINGADOS qué?!?

Es una estupidez. Estoy de acuerdo que en los restaurantes no se deje fumar porque entre el cebollazo y el postre de frutas lo último que quieres es a gente fumando a tu lado ¿Pero en un antro? ¿En un bar? Es automático el tener tu chela, cuba, desarmador o torniquete en la mano y prender tu cigarro. Estás platicando con los cuates y prendes un cigarro. Estás de mirón con la vieja de enfrente y prendes tu cigarro. Estás ligando y ofreces el cigarrito, pa'marrar la amistá. Es ley natural tener un cigarro en la mano.


¡Ah! Pero llega el político hijito de la chingada que dejó de fumar o que ya no puede porque tiene un enfisema jodido y que se frieguen todos los demás con él. Me valen los no fumadores. Yo sí fumo, y mucho. Cigatam y British American Tobacco me deberían poner en una lista especial de consumidores por comprarles tanto. Y llega este cabrón con su maldita ley a fregarme la vida. Esto es segregación, es racismo, es una falta a mis derechos como consumidor ¡Es un improperio a las libertades que habíamos tenido como fumadores!

La bronca es que como ya la aceptaron lo único que puedo hacer es quejarme de ella. Ni pedo.


Y como no te dejan fumar dentro del antro fancy, adaptaron una terraza en la cual te sales a fumar. Lo cual yo hice. Ahora estoy resfriado por pasarme toda la noche en la terraza del antro fancy porque no pienso dejar de fumar y el entrar y salir del horno que se convierte el antro por la cantidad de sudor ambiental te provoca una cantidad de moco tremenda.

¿Contento político cabrón? Lo bueno es que como estoy malito no he ido a trabajar...


Ora sí, hasta la próxima semana...

miércoles, 23 de abril de 2008

Pinche calor...

Tengo sueño... Y mucho.

Es increíble que el puto calor que ha estado haciendo te cause tantos estragos en tu descanso. Porque obviamente en el momento en que hace mucho calor pues se te antoja una chelita bien fría y pues el que toma solo es un alcohólico y para no darle de qué hablar a la gente pues le marcas a los cuates a echar el ets-bots y te quedas jugando hasta las tres de la mañana y te paras temprano cual hormiga obrera para ganarte el pan nuestro de cada pinchito día. Pinche calor.


Ya con el sol en todo su apojeo sales a echarte unos taquitos para la cabeza. Como el "don" ya te conoce se acerca hacia tí cual espía industrial y te dice "psst... ¿Qué mi joven, una chelita pa'l calor?" y como no hay nada más frío alrededor, con los tacos, el sol... Dos chelitas, nada más. Regresas a la oficina y lo primero que ves es a tu jefa caminando directo hacia tí y se acerca a saludarte. No hay nada qué hacer, te delata el coronazo (era un puesto de lámina, no esperes algo mejor). Ni modo, directo a su oficina. Pinche calor.


La maldición de esta temporada es la ropa que usan las mujeres. Hombros descubiertos, blusas cortas, escotadas (¡Dios santo!), con telas delgadas que se transparentan hasta las anginas (see...) y vestidos cortos que las hacen verse más deliciosas que un tasajo de cecina de yecapixtla para un perro carretero con hambre. Invariablemente caminas con la novia al lado y no puedes evitar el impulso de voltear, a lo que escuchas "¡Qué le ves a esa vieja!" y piensas "Todo...", pero atinas a decir "nada mi vida, es que ese vestido me gustó para tí...". Obviamente no te cree y te la arma de pedo toda la tarde. Pinche calor.


Estás sentado en la oficina de tu jefa oyendo la aburridora de "lo voy a pasar esta vez sólo porque eres tú" y disfrutando del aire acondicionado. Ya medio lento por el bla bla bla se te empieza a caer la mirada hacia la hendidura oscura que hacen los montes tlalnepantlenses en medio de la oscuridad nebulosa, osease, le empiezas a ver las anacletas en su blusa negra. Al momento que no dejas de admirar el ni tan bello paisaje ves que dos protuberancias empiezan a formarse proporcionalmente a la amplitud con la que vas abriendo los ojos cuando ves una mano que se acomoda la blusa para que no veas de más. Ahora aparte de pedo, fisgón. Pinche calor.


Terminas en tu casa forzadamente "para que pienses en el curso de tu carrera profesional", con sueño, peleado con aquella y con un buen de calor. Lo único que atinas a hacer para bajarte el coraje de verle las marías a tu jefa (y que te haya cachado) es destapar unas chelas, hablarle a los cuates y ponerte a jugar ets-bots toda la noche. Insisto, pinche calor.



Ora sí, hasta la próxima semana.