Fui a pagar el teléfono y, por ende, a perder el tiempo.
Los cabrones quieren que les pague lo que les debo para que me lo reinstalen y la situación no está como para andar gastando dinero. Obviamente estaba sentado en la sala de quejas para reportar semejante atrocidad y abuso.
Hubiera sido una espera eterna si no es por una niña y un niñito que estaban ahí. No habrán tenido más de 6 años, bien prensados de la falda de su respectiva mamá. Mirada tierna, ojos grandotes, uno a medio babear y el otro como que se acerca y se aleja y se presumen sus juguetes para ver si juegan juntos. La niña da el primer paso con mamila de muñeca en mano y se la ofrece al "Místico" de plástico del niño.
El niño voltea y le sonríe a la niña y asunto arreglado, ya juegan juntos. Corren para un lado, corren para el otro, se caen, se levantan, gritan y como no hay nada mejor que hacer pues todo mundo viendo. Hasta que la aguafiestas mamá les grita para que se estén quietos y los sienta en el piso.
La niña se voltea con el niño y le dice "¿Jugamos al papá y la mamá?". El niño contesta "no, mejor otra cosa...", y la niña insiste "ándale, tú eres el papá" y el niño contesta "¡Ash! Bueno...". El niño se levanta, se pone al lado de la niña y... ¡Sácale! Tremendo cachetadón a la pobre escuincla y el chavito grita: "¡Qué, cabrona! ¡Por qué está fría la comida!".
Ora sí, hasta la próxima semana.
1 comentario:
JAJAJAJAJJAJAJA
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