miércoles, 7 de mayo de 2008

Don Susanito, pobre Don Susanito...

Morbo acercándose...


Joaquín Pardavé era un actor de la mal llamada época de oro del cine mexicano. Y digo mal llamada porque todo actor en esa época era pésimo, sobreactuado, estaban más tiesos que Tommy Lee con viagra y lloraban todo el tiempo. Y lo peor de todo es que todavía no nacía Ivonne Montero para quitarse la ropa a la menor provocación. Aburrido.


Pero el punto es que el personaje más recordado de Pardavé fue Don Susanito en "México de mis Recuerdos", una película de por ahi de los cuarentas en la que se supone era amigo cercano del presidente Díaz. Como todos en México realmente. Siempre que nos paran en la calle por pasarnos un alto o algo tan inocente y natural como firmar un documento importante en plena fuente coyoacanense lo primero con lo que salimos es: "es que usted no sabe quién es mi amigo" o el "usted no sabe quién soy yo". Pues obvio no, si lo supiera te saludaría por tu nombre en lugar del "buenas tardes mi joven...".

Cuenta la leyenda que Don Susanito sufría de ataques de catalepsia, una condición en la cual "la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales cuando en realidad se halla en un estado consciente". En una de ésas pues no regresaba, no regresaba y no regresó. Le hicieron sacrosanta sepultura y se fue al hoyo, literalmente. Tiempo después, y por pleito familiar, exhumaron el cuerpo y encontraron lo que quedaba de Don Susanito con los ojos bien abiertos, la boca espumosa y grande, cara y dedos rasguñados, sin uñas ni llemas, completamente ensangrentado y con la tapa interior del ataúd rasgada. Causa real de muerte: asfixia. Fue enterrado vivo.

A tan lamentable hecho le siguieron alarmosas noticias amarillescas y todo mundo empezó a sacar a sus muertitos al sol. Hubo magdalenas que se aventaban al cuerpo ya agusanado a besarlo, no faltó el "algo me huele mal..." o "¡pinchi Jacinto, hasta muerto apestas!" y un largo etcétera de proverbios folclóricos dignos de nuestra idiosincrasia.

Pero lo interesante de la muerte de Pardavé es la enseñanza que nos deja.

Lo primero y más importante es nunca dejar que te entierren vivo, lo cual viene ligado con el siguiente punto a considerar: nunca dejar que te de catalepsia. Si todo esto es inevitable entonces que te entierren con el ataúd entreabierto, que no va a servir de nada por la cantidad de tierra encima, pero es un principio. Siendo más precavidos, nunca crearse enemigos que lo quieran enterrar a uno vivo y ya en carrera, dejarse de cortar las uñas durante un buen rato para que al momento de rasgar el ataúd se tenga algo afilado en la mano.

Ora sí, hasta la... No, espera. Debido a la cantidad tan extraordinaria de preguntas acerca de dónde viene la Margarita (una, de hecho) he decidido darle un espacio propio más adelante.

Ya, ora sí, hasta la próxima semana.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No manches Cesar. A don susanito no lo enterraron vivo. Ese es una vil leyenda urbana. De hecho nunca lo desenterraron. Para la prox. tienes que checar tus referencias en la nunca equivocada Wikipedia.

http://es.wikipedia.org/wiki/Joaqu%C3%ADn_Pardav%C3%A9

Ya mejor platicame de donde salio la Margarita. Wikipedia dice que si es de Mexico

http://es.wikipedia.org/wiki/Margarita_%28c%C3%B3ctel%29

Unknown dijo...

no guey, mas bien cierra tu blog y deja que ese espacio lo use alguien con mas proposito, una pagina porno, la pagina de viana, no se, no contamines el ciber espacio.

abrazo

David.