Days, Chino, Johnny y yo mero, con primos y demás, estábamos moviendo mata. Bueno, Days no tanto porque andaba en pose mamonesca con brazito cruzado y la madre estudiando cada
Ves a todo buen metalero con su mata larga y sudorosa escurriendo por todos lados y eso que todavía ni empieza. Ya con las luces apagadas en automático todo mundo se empieza a ir para adelante. La euforia es cabrona porque empiezas a aplastar a quien se deje.
Lo malo es cuando empiezas a saltar y a algún idiota se le ocurre empezar a empujarte. El problema no es que lo hagan (es práctica común en cualquier toquín), sino que adelante de mí estaba una diminuta fémina metalera que estaba recibiendo toda la carga de mi cuerpecito. Lo peor fue cuando en una de esas puse las manos porque le iba a dar semejante aplastada y al momento de irme para atrás se me atoraron los dedos en el broche de su brassiere y
Ora sí, hasta dentro de... ¿2 días? ¡Oh! ¿Y el concierto? Bien chingón, gracias.
3 comentarios:
Creo que ha sido la mejor reseña que le he escuchado a nuestra pequeña hermandad!!!
Bueniiiiisimo hermano!!!!!
Eso si, no recuerdo el codazo... mas bien fueron tantos... jajajaja!!!
CHale... ese idiota que te empujaba era yo... huuuuuleeeerooooooo...!!!
BUENISIMO EL LATIGAZO ... lastima que me lo perdi, yo SI disfrute del concierto ... no como el del ceño fruncido jajaja
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